Kihaa Maldives, Dhonfanu

El resort Kihaa es un lugar realmente hermoso, con playas de arena blanca y aguas turquesas. Las habitaciones son cómodas y están bien decoradas, aunque no todas incluyen las comodidades esperadas. La atención del personal fue entusiasta y amable, aunque hubo problemas de servicio que no deberían ocurrir en un lugar de este nivel. Por otro lado, la comida era variada y adecuada, pero no excepcional. En general, la experiencia fue positiva, pero con algunas áreas que necesitan mejora.

El resort Kihaa en las Maldivas es un lugar de ensueño, con playas de arena blanca y aguas turquesas que son simplemente espectaculares. Las habitaciones son amplias y cómodas, pero podrían beneficiarse de una mejor atención en detalles como limpeza. El servicio por parte del personal es amigable y atento, aunque me encontré con algunas deficiencias en la gestión, particularmente en la disponibilidad de bebidas. La experiencia gastronómica fue buena, pero no sin sus altibajos. En general, el lugar vale la pena, pero hay espacio para mejorar.

El hotel se encuentra en una hermosa isla, rodeado de aguas turquesa, lo cual es realmente espectacular. Sin embargo, mi experiencia fue arruinada por la falta de atención y un servicio poco profesional en varias ocasiones. La habitación era espaciosa pero presentaba problemas de mantenimiento y no hay un buen tratamiento hacia los clientes. En general, disfruté del paisaje, pero definitivamente no recomendaría este lugar debido a los numerosos inconvenientes.

El hotel está verdaderamente en un lugar increíble, rodeado de playas hermosas y un ambiente tranquilo. Las habitaciones son amplias y cómodas, pero un poco desgastadas en algunas áreas. La comida es deliciosa y variada, aunque me hubiera gustado más opciones para picar entre comidas. Algunas fallas en el servicio afectan la experiencia, pero en general, es un lugar especial que vale la pena visitar.

La experiencia en Kihaa fue una mezcla de maravillas naturales y decepciones en el servicio. Las villas son amplias y limpias, perfectas para disfrutar de la cercanía a la playa. Sin embargo, el servicio podría mejorar considerablemente, ya que enfrentamos largas esperas y falta de atención. La oferta culinaria carece de calidad y no es acorde al precio. A pesar de estos inconvenientes, tuvimos la oportunidad de nadar con mantas, una experiencia inolvidable.